Que el país esté de luto por la muerte de Carlos, es increible la forma en que ocurrió su muerte.
Hace tiempo ya me retiré de las aulas, aunque me encantaba enseñar, o al menos dar clase, pero creo que mis alumnos algo aprendieron conmigo.
El conocimiento es fundamental, la educación es fundamental.
Creo que los docente merecen una mejor retribución por su trabajo, la suya es una de las labores más dignas que existen, ellos educan y cuidan lo más importante que tenemos: nuestros hijos, el futuro, no solo de nuestro pais sino del mundo.
No es justo que las personas que tienen esta misión tan relevante se vean en la obligación de sobrecargarse de horas para obtener un sueldo que les permita sobrevivir, ni que corran de una escuela a la otra, o tengan dos o tres turnos. La labor del docente no termina, o al menos no debería terminar en la escuela, es necesario corregir tareas, preparar las clases. Cuando lo hacen? en que tiempo? con que ganas? con cuanto cansancio? con cuanta frustración? Que le transmiten a nuestros hijos?
Yo quiero maestros y profesores comprometidos, que estudien, que tengan interes por perfeccionarse, que se esfuercen, que tengan ganas de estar en las aulas, que tengan vocación y amor por su profesión, que transmitan entusiasmo por el conocimiento y generen la necesidad de aprender, de conocer, de opinar de discutir, quiero que los docentes puedan desarrollarse dignamente.
Seamos sinceros y pensemos si eso es posible cuando se trabaja más horas de las que el cuerpo permite y no se tienen las necesidades básicas satisfechas.
La docencia no es cualquier profesión, el docente no es cualquier persona, es la persona a quien le confío el presente y el futuro de mis hijos, merecen más.