La mediación es algo que ha llegado al ámbito jurídico para quedarse.
Será que los Jueces quieren que cada vez lleguen menos trámites a sus despachos, que los abogados queremos cada vez renegar menos con los expedientes judiciales, que los legisladores se han subido en su tabla de surf legal a la nueva ola negociadora, sea lo que sea, la mediación está ganando terreno cada día.
Qué es la mediación? Si buscan una definición no la van a encontrar en este lugar, pero en internet hay muchas y también la bibliografía sobre el tema es abundante.
En algunas jurisdicciones, no en todas, antes de iniciar un juicio es necesario que las partes pasen por la mediación, una reunión en la que cada uno cuenta lo suyo y se trata de llegar a un acuerdo.
Para algunos lamentablemente se ha convertido en un trámite más: completar un formulario, ir el día fijado a la audiencia de mediación y manifestar que no tienen interés en la misma. Así se cumple con el requisito formal y se puede seguir adelante con el proceso judicial.
Afortunadamente muchas personas aprovechan este instancia previa para tratar de restablecer la comunicación con el otro. Una vez restablecida la comunicación la posibilidad de llegar a un entendimiento que permita resolver los conflictos fuera del ámbito judicial es mucho mayor.
En una instancia de mediación no es necesario que uno gane y otro pierda, pueden ganar ambas partes.
En los cursos de formación de mediadores suelen dar un ejemplo claro de esto: dos niños se pelean por una naranja. La madre llega y para resolver el conflicto, sin preguntarles que quieren corta la naranja en dos y les da una mitad a cada uno. Los niños siguen llorando. Ninguno quería media naranja, los dos querian toda la naranja, pero uno de ellos queria el jugo y el otro niño la cáscara. Si ambos hubieran tenido oportunidad de comunicarse o la madre les hubiera preguntado, ambos hubieran podido tener lo que deseaban, ambos hubieran quedado satisfechos.
Muchas veces los conflictos se generan por falta de comunicación, sería bueno que pudiera utilizarse esta herramienta que nos provee la legislación para encontrar, en este espacio neutral, propiciado por la presencia del mediador, soluciones basadas en el entendimiento mutuo, el intento de satisfacer los intereses de todos, con la mirada puesta no en que uno gane y otro pierda, sino en que ambos ganen, lo que como ya vimos con el ejemplo de la naranja, es posible.
Recuerden que si desean realizar una consulta jurídica, los espero en el post de Servicios. Saludos.